a mi también me parece una buena historia, incluso -ya te pido disculpas por el atrevimiento- te sugiero un título alternativo: "La estación y los perros"... (sí, ya sé que suena a Vargas Llosa)
Muy buena Maestro! (la foto y la historia); es cierto que todo retrato tiene su costo y premio, pero una antirrabica, es demasiado no?.Saludos a la familia.
Muchas gracias. Les cuento algo más, del julepe que tenía ni llegué a ver los perros. No supe si eran grandes o chicos, doberman o pekineses. Así que, Roberto, gracias por la sugerencia, pero no les voy a dar ese protagonismo a los perros, je, je. Saludos, Ariel
Se me borró el comment. Voy de nuevo. Decía que: Nosotros y los perros, un título ochentoso y con recurrencia familiar. Hermoso, hermano! el texto y la foto.
Muy buena la historia, pero una parte de ella no es asi, la ropa colgada no es porque alguien por la crisis decidio tomarla para tener un hogar. en ella vive el ultimo jefe de estacion desde hace 46 años. si hubieras accedido por la otra calle, la de atras, el con mucho gusto te hubiera permitido las fotos y te hubiera contado maravillosas anecdotas.. es mi abuelo...
Qué emocionante saber que es tu abuelo! La verdad que mi primer intento fue por la calle de atrás, aplaudí a ver si había alguien pero no salió nadie. Tomé una foto desde afuera e intenté por el otro lado, resultando la experiencia que cuento. Una lástima! Me hubiera encantado compartir con él. Finalmente, las fotos hubieran tenido otro sabor. Saludos.
A mi me parece una gran historia. Gracias por compartir.
ResponderEliminarCuanta tristeza me provoca ver una Estacion de trenes abandonada,,,,
ResponderEliminarGracias por la historia,,,
Gracias Ariel
ResponderEliminara mi también me parece una buena historia, incluso -ya te pido disculpas por el atrevimiento- te sugiero un título alternativo: "La estación y los perros"... (sí, ya sé que suena a Vargas Llosa)
ResponderEliminarMuy buena Maestro! (la foto y la historia); es cierto que todo retrato tiene su costo y premio, pero una antirrabica, es demasiado no?.Saludos a la familia.
ResponderEliminarMuy buena historia Ariel!
ResponderEliminarMuchas gracias. Les cuento algo más, del julepe que tenía ni llegué a ver los perros. No supe si eran grandes o chicos, doberman o pekineses. Así que, Roberto, gracias por la sugerencia, pero no les voy a dar ese protagonismo a los perros, je, je.
ResponderEliminarSaludos,
Ariel
como siempre generando sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Se me borró el comment. Voy de nuevo. Decía que:
ResponderEliminarNosotros y los perros, un título ochentoso y con recurrencia familiar. Hermoso, hermano! el texto y la foto.
Muy buena la historia, pero una parte de ella no es asi, la ropa colgada no es porque alguien por la crisis decidio tomarla para tener un hogar. en ella vive el ultimo jefe de estacion desde hace 46 años. si hubieras accedido por la otra calle, la de atras, el con mucho gusto te hubiera permitido las fotos y te hubiera contado maravillosas anecdotas.. es mi abuelo...
ResponderEliminarQué emocionante saber que es tu abuelo! La verdad que mi primer intento fue por la calle de atrás, aplaudí a ver si había alguien pero no salió nadie. Tomé una foto desde afuera e intenté por el otro lado, resultando la experiencia que cuento. Una lástima! Me hubiera encantado compartir con él. Finalmente, las fotos hubieran tenido otro sabor.
ResponderEliminarSaludos.
Son los gajes del oficio!!! me han pasado cosas parecidas... en el momento julepe pero despues es una gran anecdota! Gracias!
ResponderEliminarLo bueno que están construyendo un centro comercial....
ResponderEliminarHace mucho que nov para allá. La zona está muy cambiada...
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar