La paradoja de Schroedinger. Asi como el gato, una imagen puede estar muerta o viva al mismo tiempo. Hasta que interviene el observador. Un saludo desde Eindhoven, Ivan (Reparador)
¡Excelente! y si, como bien decís, a las imágenes que creamos hay que sentirlas con el corazón. Esa es la única manera de que produzca en el otro algùn efecto, que "lleguen". Incluso fotos que quizàs ya hemos sacado y no sabemos si alguien alguna vez se proyecten en sus ojos..
Muchas gracias! A veces imagino a alguien, quizá algún descendiente mio, en algún futuro lejano, revisando mis negativos. Y descubriendo fotos que yo nunca copié...
La paradoja de Schroedinger. Asi como el gato, una imagen puede estar muerta o viva al mismo tiempo. Hasta que interviene el observador. Un saludo desde Eindhoven, Ivan (Reparador)
ResponderEliminarAsí es, Iván. Otra de las ideas que dispara este diálogo...
EliminarUn abrazo.
¡Excelente! y si, como bien decís, a las imágenes que creamos hay que sentirlas con el corazón. Esa es la única manera de que produzca en el otro algùn efecto, que "lleguen". Incluso fotos que quizàs ya hemos sacado y no sabemos si alguien alguna vez se proyecten en sus ojos..
ResponderEliminarMuchas gracias! A veces imagino a alguien, quizá algún descendiente mio, en algún futuro lejano, revisando mis negativos. Y descubriendo fotos que yo nunca copié...
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